Nosotros no empleamos la democracia como paso o compás de espera para el socialismo o el comunismo; para nosotros, la democracia es una meta en sí. No queremos pan sin libertad como en Rusia. O libertad sin pan como en otras partes. Queremos ambas cosas. No queremos arrebatar la riqueza a los ricos para dársela a los pobres; lo que perseguimos es crear nuevas riquezas para aquellos que no tienen ninguna. No queremos dictadores desde arriba, como en el fascismo, ni dictadores desde abajo como en el comunismo.

Víctor Raúl Haya de la Torre, entrevista con el periodista Harry Hirschfeld, 23 de abril de 1946.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Biografía de Haya de la Torre - por Luis Zaldívar

En la semana de su natalicio, Con el Ojo Izquierdo - Mirando a Indoamérica les ofrece la biografía del líder político Indoamericano Víctor Raúl Haya de la Torre, con fotos poco conocidas, por Luis Zaldivar


Víctor Raúl Haya de la Torre nació en la ciudad de Trujillo el 22 de Febrero de 1895, hijo de Raúl Edmundo Haya y Cárdenas y Zoila María de la Torre y Cárdenas. Perteneciendo a una familia notable de Trujillo, el futuro líder político creció en un ambiente de estimulación creativa disfrutando de vida al aire libre y discusiones de los mayores sobre temas controversiales...

Leer la Biografía.

domingo, 20 de septiembre de 2015

85 años de la fundación del Partido Aprista Peruano (documento inédito)




En la celebración por los 39 años de la fundación del Partido Aprista el 20 de setiembre de 1969, Haya de la Torre discurseaba frente a miles de militantes recordando lo que habían sido esas primeras décadas de lucha por la democracia y la dignidad en el Perú. Ese día, el fundador del partido de Alfonso Ugarte, en medio de muchos que habían sido perseguidos y expatriados durante las dictaduras, no sólo recordó emocionado las batallas, sino que hizo docencia política y habló sobre los fundamentos de la doctrina del partido; habló sobre el concepto de clases en el ámbito de los paises en desarrollo, habló de la importancia de la ciencia y la tecnología extranjera, habló también sobre el fin de las grandes guerras y sobre las banderas que defendía el partido para lograr el despegue del país.


Hoy estamos a 46 años de ese discurso, y a 85 de la fundación del PAP, así que desde esta tribuna Indoamericana compartimos con ustedes aquel discurso del 69, esperando que las celebraciones de los apristas lo tomen en cuenta para volver a reflexionar sobre el presente, pasado, y futuro de esta gran obra llamada Partido Aprista Peruano.

lunes, 3 de agosto de 2015

Cuando el APRA enseñó democracia - La Convivencia

Hay pocos capítulos en la historia Republicana más polémicos que la elección y presidencia de Manuel Prado entre 1956 y 1962. Para la mayoría, la interpretación de esa elección sigue siendo uno de los temas de mayor polarización entre las fuerzas las fuerzas políticas del país, dado que el APRA brindó su respaldo al Movimiento Democrático Pradista a pesar de que Prado había liderado un gobierno que mantuvo al APRA en la ilegalidad.

Para esclarecer este asunto, publicamos el discurso "UN AÑO DE DEMOCRACIA" de Ramiro Prialé, pronunciado frente a una convocatoria aprista para evaluar los avances de la cultura democrática. En este evento se expusieron las razones para el aprismo lograr el acuerdo democrático con Prado y la afirmación de la doctrina democrática del Partido Aprista.  Lo acompañamos con un pequeño comentario de Luis Zaldívar sobre el proceso de toma de decisión de los apristas para orientar su voto en esas elecciones y con un audio con la lectura de parte del discurso


domingo, 2 de agosto de 2015

Homenaje a Víctor Raúl

2 DE AGOSTO - A 36 AÑOS DE LA PARTIDA DE VÍCTOR RAÚL
Enrique Valderrama Peña

En momentos críticos donde el aprismo se ve frente a un necesario debate interno, en donde necesariamente debe optar por remozar su dimensión organizacional, relanzar su programa y tratar de volver a ser el Partido Escuela, maestro educador de los sectores desfavorecidos y con un claro liderazgo social debemos necesariamente evocar los valores éticos y la capacidad de reflexionar acerca de la realidad espacio temporal que tuvieron los fundadores de esta corriente de pensamiento continental. Es hora de buscar los referentes del pasado para encarar el futuro. En ese sentido el día de hoy debemos pensar en la vida y obra del fundador y líder del aprismo, a 32 años de partir en viaje a las estrellas.                
                     
Es difícil describir, con algún atisbo de precisión, los sentimientos colectivos e individuales que originan  la partida  y el recuerdo de un hombre cuya trascendencia rebasa los límites que las fronteras imaginarias y antojadizas le dictan desde el nacimiento, negando el justo derecho del luto que de él podrían reclamar todas las naciones del continente. Es complicado, además, no caer en la retahíla de epítetos inflamados que suelen verse plasmados en los folletos, volantes y ardorosos discursos que son protagonistas en los aniversarios de las exequias de los grandes 
hombres que marcaron la pauta de los tiempos.

Encumbrados, incomprendidos, perseguidos e idolatrados, estos ejemplos que la historia nos manifiesta hacen aprehender cabalmente el legado de los alfareros de los nuevos tiempos de no dejarse vencer por  las adversidades circunstanciales, sino más bien de avanzar convencidos firmemente de sus ideas y acciones en busca de su lugar en la gloria.  Uno de los pocos personajes que puede ser visto en esta magnitud es el Libertador Simón Bolívar, hacedor de repúblicas, venerado en Bolivia, La Gran Colombia y el Perú, primer responsable además de un intento de unidad de la América no angloparlante, pero no es el único . . .

Como él hay otro personaje de trascendencia continental que nos reúne a evocarlo hoy, hacedor de nuevas consciencias, aglutinador de esperanzas, que tuvo además una partida hacia el infinito mucho más feliz que la del caraqueño en Santa Marta. Es el caso de Víctor Raúl Haya de la Torre, quien con más de seis décadas como incansable luchador social nos dejó a los apristas la luz de una doctrina , a los peruanos el ejemplo heroico del sacrifico por la democracia y a los indoamericanos la búsqueda obstinada de la unidad continental que garantice nuestra total 
libertad y desarrollo.

Desde el asiduo visitante a los obreros anarcosindicalistas y sus bibliotecas, el bohemio y esteta miembro del célebre grupo de la Bohemia de Trujillo hasta el político consagrado a la lucha por la democracia y la justicia social Haya de La Torre demostró su profunda vena social y su habilidad para poder encarar los desafíos de los nuevos tiempos. El contexto político literario continental ayudó de manera inestimable a la generación que iba a protagonizar luchas en nombre del Antiimperialismo y por la soberanía popular. Los nuevos tiempos dictaban un sentido obligatorio de originalidad latinoamericana en los escritores y jóvenes de vanguardia. Inspiradores de esta corriente en diferentes espacios y niveles son  Manuel Ugarte, José Ingenieros, Alfredo Palacios, Vasconcelos, José E. Rodó, etc. Haya de la Torre bebió de todos ellos.

Su formación ideológica es quizás una de las más ricas y complejas de cuantos líderes políticos e intelectuales en el continente se puedan preciar, recibió influencias de diversas corrientes de pensamiento, que allá, en otras mentes contemporáneas habían forjado adhesiones dogmáticas y ortodoxas; acá, en el brillante sanmarquino generaban un proceso de evaluación e incorporación de lo positivo y descarte de lo incompatible con el acontecer y las especificidades continentales y peruanas. Hasta el exilio de 1923 fue tal vez el mejor representante del anarcosindicalismo peruano. Es en los primeros años de su actividad social y política un lector intenso de Manuel González Prada, Bakunin, Kropotkin, Proudhon, Malatesta y otros anarquistas. De estos años heredó la rebeldía contra el orden injustamente establecido y la disciplina personal y moral, valores que el aprismo también heredara de su fundador.

Hasta su regreso del exilio en 1931, caído el régimen de Leguía, cuando postula a la Presidencia del Perú, Víctor Raúl recibe  influjos políticos considerables venidos de la revolución mexicana, la reforma universitaria, la experiencia del Kuo Ming Tang chino y la revolución bolchevique de Rusia. Además de ello es sensible a fuertes influencias intelectuales procedente de su estudio exhaustivo del marxismo, sobre todo en Inglaterra. A partir de ese riguroso buceo en las teorías de Marx y Engels, Haya de la Torre pudo, en su ya cuajada capacidad de síntesis y filtro de lo mejor, refutar a los comunistas criollos y a los representantes de la III Internacional o de las ligas o reuniones antiimperialistas (como el congreso de Bruselas de 1927) infectados del tinte impositivo del naciente stalinismo

En el I congreso del Partido del Pueblo en 1931 se delinearán los pilares básicos de la doctrina que nos empuja a luchar hoy día por la libertad y la igualdad con la misma intensidad que motivó a los miles de apristas que entregaron sus vidas por defender nuestro credo político, en el que encontraban el único medio de salvar al Perú de las garras del imperialismo y el desdén de los poderosos hacia el dolor de las mayorías. Se afirman y agregan varios conceptos en este encuentro partidario, por ejemplo  el antiimperialismo,  la unidad continental, el frente único, la ambivalencia del capitalismo, el estado antiimperialista, el congreso económico nacional, la revolución social etc.

A partir de allí empieza una agitada persecución de aquellos enemigos del pueblo y  de su causa democrática, que infringirán al “Jefe” del APRA y a sus compañeros los más cruentos padecimientos y el mayor ensañamiento que la historia peruana registre hacia un grupo de determinada corriente de pensamiento. Sin vacilar, la causa del aprismo siguió en pie a pesar de dictaduras civiles, militares, de derecha, de seudo izquierda y de las hordas asesinas de la subversión, entregando en el camino la sangre de muchos hijos de la patria, ya que el sino reservó para los apristas la tarea de ser el soporte del sistema democrático a lo largo de los tiempos.

Con breves lapsos de democracia o cese de las hostilidades de parte de los gobernantes, en su mayoría gendarmes del régimen oligárquico y plutocrático, la producción doctrinaria e intelectual de Haya de la Torre resistió el embate de las circunstancias y pudo publicar “El Antiimperialismo y el APRA”, escribir  y publicar “Espacio, Tiempo Histórico”, “Treinta años de Aprismo”, “Toynbee frente a los panoramas de la historia” entre otros importantes textos. Bajo estos títulos y algunos otros aportes entre libros y artículos pudo mantener el timonel del aprismo en una dirección segura acuñando términos y definiendo metas; producto de estas disquisiciones teóricas nacen el “interamericanismo democrático sin imperio”, la democracia funcional, la teoría del espacio-tiempo, la acción contra “todo” imperialismo, etc.

Víctor Raúl y el aprismo fueron los inspiradores de una nueva forma de entender la política y el cambio social en indoamérica, tuvo influencia en Costa Rica y Cuba, donde incluso se formaron Partidos Apristas, en Chile ,mediante el Partido Socialista., en el Movimiento Nacional Revolucionario de Bolivia, en Acción Democrática de Venezuela, en los radicales y socialistas argentinos, etc. Los líderes de estos movimientos, hermanos del aprismo, reconocían en Haya de la Torre  el conductor de una generación continental privilegiada.

En el campo orgánico-partidario se caracterizó siempre por ser impulsor de la democracia interna, del cuidado de la reputación de moral y austeridad de los militantes, de la inserción del aparato del Partido en todos los segmentos de la sociedad, de la promoción de los cuadros jóvenes a quienes adoctrinaba y llenaba de responsabilidades forjando en ellos la esperanza de conseguir la justicia social. Este anhelo, que sabía la vida no le permitiría al trujillano, quién sólo pudo ver premiado su esfuerzo con la libertad y la democracia, siendo su principal protagonista como Presidente de la Asamblea Constituyente de 1979., fue lo que lo impulsó a dar batalla por seis largas décadas.

Expiró un día como hoy hace 32 años, en medio de la consternación de todo un pueblo acostumbrado a su aura protectora y paternal.

La vida del “Viejo León”  estuvo llena de firmeza en la acción, claridad en el pensamiento, sacrifico, alegría y sobre todo apego profundo por la libertad, la democracia y la reivindicación de los más excluidos del país. Su funeral fue el más multitudinario que se recuerde en el Perú, su muerte la más llorada, luchemos compañeros porque su legado sea el más difundido, su causa la más reivindicada y por supuesto por que su Partido sea el más representativo del pueblo. Es sin duda una ardua labor que hoy más que nunca nos debe convocar a trabajar en esa senda.

Hoy a 32 años de la partida del fundador de este titán Atlas de la democracia llamado APRA, sobre cuyos hombros y hombres descansa el firmamento de la ilusión de los que creemos en una sociedad indoamericana unida, justa, libre y desarrollada, una sola cosa podemos afirmar sin temor a incurrir en el error : que la profecía del vate universal Vallejo que le hiciera a Haya de la Torre, cual zahorí, se cumplió con creces : “ Yo poeta brindo mi copa por este pichón de cóndor  . . . yo poeta, anuncio que volará  muy alto y será grande, grande“

 Quizás si el Doctor José Domingo Choquehuanca (Alcalde de Azángaro en 1825) hubiese vivido las acciones heroicas de Víctor Raúl, le hubiese dedicado el verso que le recitó al Libertador Simón Bolívar, premonitoriamente la mañana de un 2 de agosto:  “ . . .Con los siglos vuestra gloria crecerá como crece la sombra cuando el sol declina” . . .

 Viva Víctor Raúl Haya de la Torre!!!
 Viva el APRA!!!
 Viva el Perú!!!
 

jueves, 21 de mayo de 2015

La protesta popular del 23 de mayo de 1923 y las Universidades Populares "Gonzalez Prada". Por Hugo Vallenas

Durante los primeros años de la década de 1920, las luchas sociales produjeron en el Perú un interesante fenómeno cultural: la universidad popular, creada, organizada y desarrollada por los propios trabajadores, con apoyo de los estudiantes universitarios. Se fundó en 1921, como prolongación de la unidad de obreros y estudiantes de Lima y Callao que permitió la obtención de la jornada de ocho horas en enero de 1919. La finalidad básica de la universidad popular era aportar a los obreros conocimientos sobre cultura general y sobre sus derechos.

Desde 1922, el movimiento adoptó un nombre plural –las universidades populares–  y llevó el nombre del animador literario del anarquismo peruano Manuel González Prada. Al año siguiente unió las más avanzadas expresiones de renovación e inquietud cultural de la juventud tanto limeña como provinciana en la revista Claridad. En mayo de 1923, las UPGP condujeron una formidable protesta en defensa de la libertad de cultos. Después de octubre de 1923 su actividad quedó debilitada por la represión del dictador Leguía y la ausencia forzosa (detención y exilio) de su principal gestor y animador, Víctor Raúl Haya de la Torre


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miércoles, 6 de mayo de 2015

APRA Continental: 91 años del hito fundacional. Por Hernán Hurtado Castro

Haya entrega bandera indoamericana a la Federación de Estudiantes de México
Cuando se construyen movimientos sociales con cimientos bien logrados, viven mucho tiempo y trascienden en la historia. Hace 90 años un joven Haya de la Torre, dirigente universitario, fue deportado a Panamá y recibido por Alberto Luis Rodríguez, Presidente de la Federación de Estudiantes Panameños y una delegación de universitarios, luego escaló en Cuba y fue recibido por José Antonio Mella, presidente de la Federación de Estudiantes de Cuba, e invitado a la Universidad Popular José Martí,-así es, el mismo modelo de la Universidad Popular González Prada (UPGP)-, a compartir sus experiencias y promover la unidad de estudiantes y obreros del continente. De esta forma el 16 de noviembre de 1923 desembarca en México para inmediatamente contactarse con el destacado político y educador José Vasconcelos (Oaxaca, 27 de febrero de 1882 - ciudad de México, 30 de junio de 1959)  para colaborar en la Secretaría de Educación,-digamos el Ministerio de Educación-, en la edición de obras de literatura y en la promoción del arte y la cultura como por ejemplo las obras murales de Diego Rivera. La amistad con Diego Rivera apunta varias anécdotas como el homenaje a Zapata en Cuatla y el exacerbado discurso del general Plutarco Elías Calles, en ese momento candidato oficial a la presidencia, que le pudo costar hasta la vida “¡El programa agrarista de Zapata es el mío!” en un contexto donde se pretendía negar la vena zapatista[1].

La revolución mexicana y la reforma agraria inspiraron el pensamiento político de Haya de la Torre que germinó junto a intelectuales y artistas como Diego Rivera, Carlos Pellicer, Jaime Torres, Salvador Novo, Antonio Caso, Daniel Cosío, entre otros.

Tortilla, mezcal y tequila

La agitada agenda del colaborador de José Vasconcelos le permitió ganarse un espacio entre estudiantes y académicos que retroalimentaban la idea de una América unida y justa. Aquel México dio gravitantes insumos, como la idea de la raza cósmica de Vasconcelos,  y el clima de discusiones, publicaciones y afanes por empezar “a organizar colectivamente la conciencia política del continente, frente a su problema central: la integración”, diría Haya de la Torre.

Miércoles 7 de mayo de 1924: El Discurso y la bandera indoamericana

La Federación de Estudiantes de México había elegido a su nuevo Presidente y la transferencia del cargo estaría a cargo de Haya de la Torre e implicaba una elaborada ceremonia en el Salón de Actos del Museo Nacional de México con la presencia de las principales autoridades del país[2] como la presencia de Pedro Caso, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, y algunos ministros y representantes del Gobierno. José Ceniceros[3] le alcanzó a Haya de la Torre el detalle de la bandera indoamericana para el desenlace de un sustancial discurso dirigido a la juventud del continente,  que sería hito fundacional y simbólico de la Alianza Popular Revolucionaria Americana resumida tiempo después en  “Por el Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales, Contra el Imperialismo. Y por la Justicia Social”.

Más allá del brillante discurso, el acto fue guiado por la urgencia de la acción frente al acoso y amenazas del imperialismo yanqui en Panamá, Nicaragua, Cuba y el resto del continente. Leit motiv en el que comulgaron los fundadores APRA en el destierro, persecución y martirio.






[1] Francisco Pineda refiere la anécdota entre Rivera y Haya de la torre, al pie de página lo señala como “Político peruano socialdemócrata refugiado en México, donde fundó el APRA el 7 de mayo de 1924”. En  “Operaciones del poder sobre la imagen de Zapata, 1921-1935”.
[2] Percy Murillo relata y apunta datos de la simbólica jornada del nacimiento del APRA. En: “Historia del APRA 1919-1945”. Capítulo II: La Fundación del Apra” pp. 51 – 54.
[3] Luis Alberto Sánchez describe a José Ceniceros como uno de los incitadores a que Haya de la Torre conduzca una cruzada continental y quien le entregara la bandera indoamericana que había confeccionado su novia. En: “Haya de la Torre y el Apra” pp. 150.

lunes, 4 de mayo de 2015

91 Aniversario de la fundación del APRA

1924 - 7de mayo – 2015


El 7 de mayo de 1924, en el Salón de Actos del Museo Nacional de México, el presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, Víctor Raúl Haya de la Torre, entonces exiliado por la dictadura de Leguía, entregó al recién elegido Presidente de la Federación de Estudiantes de México, Lelo de Larrea, una bandera roja con la silueta del continente indoamericano en oro.



Al momento de entregar dicha bandera, mediante un breve discurso, Haya de la Torre llamó a la juventud estudiosa y trabajadora del continente a unirse para alcanzar el noble ideal de una América unida, libre y justa.

Este acto simbólico señaló el punto de partida de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA, como fuerza popular y democrática de envergadura continental.

Algunos detractores reprochan que dicha ceremonia no fue un acto formal de fundación del APRA ni fue suscrito un manifiesto con las siglas y consignas apristas. No se firmaron actas ni manifiestos, pero se forjó una alianza que gradualmente, al calor de la lucha antiimperialista directa fue tomando forma y expresión genuina.

La generación que hizo suya la bandera de 1924 luego forjó su propia identidad política dentro de los grandes lineamientos formulados por Haya de la Torre. Es una generación poblada de importantes pensadores, periodistas, organizadores políticos e incluso presidentes. Entre ellos se cuentan Jesús Silva Herzog en México; Carlos Prío Socarrás y Enrique de la Osa en Cuba; Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt en Venezuela; Germán Arciniegas en Colombia; José María Figueres y Luis Alberto Monge en Costa Rica; Juan José Arévalo en Guatemala; Óscar Schnake en Chile; Gabriel del Mazo y Américo Ghioldi en Argentina, entre muchos otros.

Hoy en día, 89 años después, ese gran ideal de una América unida, justa y libre sigue pendiente, bajo los mismos lineamientos que nos legara Haya de la Torre.

DISCURSO DE HAYA DE LA TORRE
AL HACER ENTREGA A LA
FEDERACION DE ESTUDIANTES DE MÉXICO
DE LA BANDERA DE LA «NUEVA GENERACION INDOAMERICANA»
EL 7 DE MAYO DE 1924

El afán de unidad de los pueblos de nuestra raza fue en Bolívar ensueño precursor, más tarde, tema de discursos diplomáticos, y ahora fe, credo, señuelo de lucha de nuestra generación. Con orgullo podemos afirmar, que nada ha sido más eficaz al propósito generoso de fundir en uno solo a los veintiún pueblos indoamericanos -dispersos por el nacionalismo estrecho de las viejas políticas-, que la obra de las juventudes. Hemos creado, sobre la fría y restringida relación de las cancillerías imitadoras de Europa, una solidaridad más amplia, en la alegría, en el dolor, en la noble inquietud.

         El lírico intento de ayer, es hoy conciencia honda, proyectada en decisión, en ímpetu puro de idealidad y de empeño. No sólo queremos a nuestra América unida, sino también a nuestra América justa. Sabemos bien que nuestro destino como raza y como grupo social, no puede fraccionarse: formamos un gran pueblo, significamos un gran problema, constituimos una vasta esperanza.

         La unidad de nuestra América no es ahora política, porque la política de nuestros estadistas de Liliput jamás miró más allá de las fronteras arbitrarias de las patrias chicas. Pero, no es audacia afirmarlo, es ya espiritual, por obra de las vanguardias del pensamiento libre de todos los pueblos que han sabido crear vigorosos lazos perdurables.

         Esta bandera que yo os entrego, camaradas estudiantes mexicanos no presume originalidades recónditas. Es vuestro blasón vasconceliano de la Universidad de México, hecho pendón, oriflama, ala de esperanza. La juventud indoamericana que tiene ya un alma fuerte, que entona un himno unánime, adivinaba en el escudo de vuestra casa universitaria el intento simbólico de la enseña del futuro, que saludaremos un día en todos los rincones de América.

         La tenéis aquí: el rojo dirá de las aspiraciones palpitantes de justicia que en esta hora admirable del mundo inflama la conciencia de los pueblos, y que nuestra generación proclama con la nueva humanidad; nos habla también del amor, convívito con la justicia. Sobre el ancho campo, la figura en oro de la nación indoamericana, señala las tierras vastas que, unidas y fuertes, brindarán hogar sin desigualdades a todos los hijos de la raza humana.

         Aceptadla porque es nuestra. Flameará primero sobre las soñadoras muchedumbres de las juventudes que van abriendo el camino, y más tarde serán los pueblos comprendedores de los ideales bellos y justos, los que la agiten en el tumulto estremecido de sus luchas. Os la entrego, camaradas estudiantes de México, porque sois vosotros los que desde esta tierra heroica, que hoy mira atenta y devota nuestra América, tenéis derecho a llevarla. Porque sois hijos del pueblo que más gallardamente defendió la libertad de la raza; porque de vuestra propia sangre surgió el ejemplo de una nueva sociedad igualitaria y en avance.

         Olvidaos de quien os la dio, pero recordad siempre que es enseñanza de juventud, de justicia y de unión.