China es un país que ha sufrido extraordinariamente a lo
largo de su historia. Por ejemplo, entre 1956 y 1957 el pueblo chino fue
víctima de una de las peores represiones a la libertad de expresión , no tanto por la magnitud de la represión, sino por la malicia con la
que fue conjurada.
En 1957 la dictadura de Mao Tse Tung se encontraba en uno de
los momentos más difíciles de su historia, dado que el dictador chino estaba
jugando un peligroso ajedrez político a nivel internacional por lograr el
equilibrio con la Rusia comunista de Kruschef y trataba de consolidar su
hegemonía de pensamiento sobre las voces disidentes dentro de China. Luego que Rusia se pronunció en contra del culto a la personalidad y la arbitrariedad
del stalinismo[1],
Mao decidió iniciar un periodo de permitir la autocrítica dentro de China,
lanzando el slogan “Dejad que florezcan
cien flores; dejad que cien escuelas del pensamiento compitan entre sí”. Cientos de miles de chinos tomaron la palabra
de Mao y empezaron a hacer públicas sus quejas a la dictadura maoísta, y al
cabo de unos meses era obvio que Mao era la persona más odiada por el pueblo
chino[2].
Las palabras de Mao a
favor de la crítica no dejaban lugar a dudas. Por ejemplo, se refería a la
política de apertura de al siguiente manera:
La política de "Que se
abran cien Flores y que compitan cien escuelas" ofrece nuevas garantías para el florecimiento de la ciencia
y el arte. Si lo que usted escribe es correcto, no tiene por qué temer a la crítica y, a través del
debate, puede aclarar aún más sus correctos
puntos de vista. Si, en cambio, lo que escribo es erróneo, la crítica puede ayudarle a corregir, y en eso no hay nada de
malo.[3]
Sin embargo, las
críticas al gobierno maoísta eran más fuertes de lo esperado por cualquier funcionario
del gobierno chino. Hubo en ese periodo una breve libertad de prensa, por lo cual sabemos que en una carta un profesor de contabilidad llamado Yang
shih-chan de 1957 publicada en Hankow Ch´ang Chiang Jih Pao el 17 de Mayo de
1957, éste informa a los funcionarios de la dictadura que durante los actos de represión
de la reforma social unos años atrás “ innumerables intelectuales han preferido
morir arrojándose desde lo alto de los edificios...los ancianos no tuvieron
escapatoria, y no hubo piedad para las mujeres encinta”. El diario Kuang Ming
del 26 de mayo de 1957 reportaba que la Universidad de Pekin habían levantado
un “muro democrático” en contra de las prácticas dictatoriales del buró maoísta.
Aunque la mayoría de las informaciones sobre las revueltas ocurridas en todo el
país fueron luego destruidas, se sabe que cuando Mao decidió echarse para atrás
en cuanto a la libertad de expresión, al menos tres millones de soldados fueron
necesitados para reprimir a la población[4]
Al darse cuenta de la cantidad de miembros del Partido
Comunista que estaban en contra de sus decisiones, Mao anunció el 25 de mayo de 1957 que no permitiría más críticas fundamentales.
Sin embargo, durante ese tiempo había utilizado a funcionarios del maoísmo vestidos de civil para
infiltrarse en la población y poder nombrar a quienes eran críticos del
gobierno. En julio de 1957, ya se habían detectado 1 300 000 “contrarevolucionarios”,
de los cuales nunca sabremos cuántos fueron ejecutados, aunque sí se puede
afirmar que en el caso de los estudiantes de un instituto superior en Hanyang, éstos fueron asesinados públicamente[5],
por lo que sólo podemos asumir que los militantes del partido corrieron la
misma suerte, o tal vez una tortura aún más penosa.
La represión contra librepensadores sólo se acentuó desde la
represión de las “Cien Flores”, acrecentándose durante el periodo de barbarie mal
llamado “revolución cultural” de fines de los 60´s. El intolerante y represivo
Mao empezó a afirmar que en China “siempre ha existido en los círculos literarios
y artísticos una línea negra antipartido y antisocialista… (que) es la unión de
las ideas burguesas y revisionistas contemporáneas”[6],
y estableció hasta nuestros días la idea que el arte debe estar sujetado a las
idas políticas de un sistema centralizado de partido único o de lo contrario es
una puerta abierta para que la “antigua burguesía” tome el poder.
Muchísimo ha cambiado en China desde que el cruel y opresor
Mao murió y sus seguidores se enfrascaron en una feroz lucha por el poder, pero
la represión a librepensadores se ha mantenido latente, logrando su mayor
repercusión internacional en la masacre de Tianamen de 1989, hecho que el
gobierno chino hoy por hoy no permite siquiera buscar en internet[7].
No se puede entender China sin entender su pasado y las
reformas que se han dispuesto en las últimas décadas, a ello le dedicaré un
segundo artículo.
[1] Nikita
Khrushchev. Informe Secreto al XX Congreso del PCUS 25 de febrero de 1956. Accedido en diciembre
2012 en http://www.marxists.org/espanol/khrushchev/1956/febrero25.htm
[2] Paloczi
Horvart, G. 1972. Mao Tse Tung. Noguer. P:277
[3] http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Mao(SP)/SPW57s.html
[4] Paloczi Horvart, G. 1972. Mao
Tse Tung. Noguer. P: 292
[5]Paloczi
Horvart, G. 1972. Mao Tse
Tung. Noguer. P:277 300
[6]
K.H.Fan. 1968. La revolución cultural china. Ediciones Era: p:
[7] http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/04/internacional/1338793398.html
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