Nosotros no empleamos la democracia como paso o compás de espera para el socialismo o el comunismo; para nosotros, la democracia es una meta en sí. No queremos pan sin libertad como en Rusia. O libertad sin pan como en otras partes. Queremos ambas cosas. No queremos arrebatar la riqueza a los ricos para dársela a los pobres; lo que perseguimos es crear nuevas riquezas para aquellos que no tienen ninguna. No queremos dictadores desde arriba, como en el fascismo, ni dictadores desde abajo como en el comunismo.

Víctor Raúl Haya de la Torre, entrevista con el periodista Harry Hirschfeld, 23 de abril de 1946.

lunes, 5 de agosto de 2013

China y la desesperación de predicciones nefastas

Un oscuro artículo en contra de los usuarios chinos de redes sociales enciende el debate sobre las reformas políticas en China. Según algunos expertos, China no podría continuar con su avance capitalista si no otorga mayores libertades a sus ciudadanos, pero el ala conservadora del Partido Comunista propone continuar indefinidamente la censura frente a la corrupción y las diferencias sociales. Este artículo de Rusel Leigh del 2 de agosto de 2013 para el Wall Street Journal, traducido por Luis Zaldívar, nos ofrece una vista al panorama político del gigante asiático.

China y la desesperación de predicciones nefastas

Por Rusell Leigh*
“Las consecuencias de un colapso chino serán peores que la caída de la Unión Soviética.”

Así lo proclama un titular provocador al comentario de la agencia de noticias Xinhua que se ha difundido en los portales noticiosos chinos del día jueves 1 de agosto y se ha convertido en un tema de profundo debate para los medios de comunicación chinos.

El ensayo, que alerta sobre la pobreza y miseria a la que se enfrenta China por la acción desestabilizadora de su población de microblogueros, ha llegado al corazón de la división ideológica en China y sugiere que los conservadores se están poniendo muy ansiosos sobre la dirección que el presidente chino Xi Jinping quiera tomar al reformar el Partido Comunista.

Apuntando al caos económico y político post-Rusia Soviética como la evidencia de los peligros de apuntar a reformas políticas muy tempranas no es nuevo en China, pero el ensayo, escrito por Wang Xiaoshi, pinta una visión catastrófica del vecino norte de China. De acuerdo con Wang, la Rusia que resultó de la caída de la URSS –en la cual “la gente se despertó a la `democratización` y `valores universales de felicidad` y descubrió que el PBI cayó a la mitad, el acceso al mar obtenido por siglos desapareció, así como una flota que envejeció, se carcomió y finalmente cayó en un contenedor de metal; los nuevos oligarcas domésticos se asentaban en fondos estatales; rusos hacían línea en la calle por desabastecimiento y los veteranos tenían que vender sus medallas en cambio de pan”.


De acuerdo con Wang, ése es el nivel de miseria y desastre al que se enfrenta China por que los usuarios de las redes sociales han adoptado los mismos valores que llevaron al colapso de Rusia. “Todos los días (dice Wang) microblogueros y sus mentores en la causa se pasan rumores, generan noticias negativas sobre la sociedad china, crean una visión apocalíptica del inminente colapso chino, y denigran el sistema social existente para promover el modelo de capitalismo y constitucionalismo europeo y americano”.

El objetivo de estos ciudadanos informáticos y sus sponsors, dice Wang, es “incitar al desbalance social en China, y usar a las masas de carne de cañón en el proceso”.

Los usuarios de redes sociales reaccionaron de inmediato al análisis de Wang y procedieron a atacarlo, argumentando que muchas de las figuras que el cita son falsas y muchas de sus citas a personajes rusos están mal atribuidas. Los detractores de Wang se preguntan donde ha estado él todos estos años, dado que el mundo ha visto a otros regímenes colapsar con más lecciones sobre “conquistadores y dictadores errados” que conspiraciones capitalistas. 

Entre los críticos está el intelectual chino Yu Jianrong, que argumentó que China tiene problemas que tienen que ser discutidos primero, especialmente “la brecha creciente entre ricos y pobres producida por un capitalismo predatorio crónico” así como una autoridad pública sin regulaciones “culpable de violaciones fragantes al Estado de Derecho” y subsecuentemente la “pérdida de moralidad social”.
Interesantemente, el comentario de Wang pasó por la web hace dos semanas sin mucho escándalo. Esta vez, con la ayuda de los medios del partido comunista, se convirtió en viral, lo que significa que alguien ha apoyado su reaparición. Es muy posible que los conservadores del partido opuestos a las reformas de Xi hayan compuesto el ensayo- o por lo menos promovido su puesta en escena.



De hecho, el momentum que estas reformas han tenido en los medios de comunicación y en el partido debe molestar a los conservadores grandemente. Ellos han visto al líder chino Jiang Zemin lanzar su apoyo a Xi, y esta semana han visto a Xi elevar a seis oficiales militares al rango de general, consolidando su poder entre los militares, la tradicional base conservadora del partido.

Los anti-reforma tienen que estar preocupados de ser derrotados en el próximo pleno del partido en Octubre, y en posibles reuniones preparatorias en el resort de verano de Beidaihe, donde podemos esperar ver a Xi y sus colegas tratando de continar “poniendo al poder político en una reja”. Los internautas no están interesados en la nostalgia y odio que los conservadores proponen; hay razones para creer que muchos de ellos ven las reformas de Xi como defendibles.

El ensayo de Wang es claramente un esfuerzo de los conservadores para empujar un debate sobre la nueva dirección del partido, y posiblemente de la nación china. Pero si ellos quieren de verdad impactar en el debate, van a tener que hacer algo mejor.

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Russel Leigh Moses es el  Decano de Academia y Facultad en el Centro de Beijin por estudios chinos. Está escribiendo un libro sobre el cambiante rol del poder de China en el sistema político. 

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