Nosotros no empleamos la democracia como paso o compás de espera para el socialismo o el comunismo; para nosotros, la democracia es una meta en sí. No queremos pan sin libertad como en Rusia. O libertad sin pan como en otras partes. Queremos ambas cosas. No queremos arrebatar la riqueza a los ricos para dársela a los pobres; lo que perseguimos es crear nuevas riquezas para aquellos que no tienen ninguna. No queremos dictadores desde arriba, como en el fascismo, ni dictadores desde abajo como en el comunismo.

Víctor Raúl Haya de la Torre, entrevista con el periodista Harry Hirschfeld, 23 de abril de 1946.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Partido-Escuela de Haya de la Torre. Por José Pimentel




 (Ponencia presentada en el ciclo “What’s APRA?” )

José Pimentel*

El discurso “Partido como taller y como escuela”, de Víctor Raúl Haya de la Torre, es el comentario a una directiva del comité nacional de acción sobre organización vertical, en el cual, se plantea un ideal de partido político. Esta directiva organiza la jerarquía del partido a manera de escalafón, en la cual, cada individuo tiene el deber de activar, puesto que se valora el aporte de todos. Este documento fue emitido el año 1934, siendo firmado por Víctor Raúl Haya de la Torre (Sec.Gnrl) y por Ramiro Prialé (Sec. Org.); fue puesto en práctica el mismo año bajo la aprobación de la militancia. Este discurso fue publicado en la revista “APRA” de argentina en 1935 y en su respectivo momento en el diario “La Tribuna”. Simultáneamente a la promulgación de la directiva, el P.A.P. pasó a la clandestinidad y Haya de la Torre al exilio. Pocas semanas antes, la Federación Aprista Juvenil se había fundado,conteniendo entre sus filas a Armando Villanueva, Andrés Towsend Ezcurra, entre otros insignes militantes. Cabe resaltar, que bajo esta misma directiva, el P.A.P. actuó cuando obtuvo la legalidad el año 1945, que duró hasta 1948.
Este discurso resalta la importancia de la existencia de una doctrina partidaria y no sólo una doctrina política. Y su militancia posee todo un pensamiento del por qué de sus normas. Exponiendose de esta manera que el aprismo es una filosofía y un método de acción y no solamente una fe ciega. Este método de organización política permite a los sectores no privilegiados una ruta mediante la cual puedan obtener no sólo libertad sino además desarrollo.
  
El autor reflexionando

“En el partido no hay más categorías que las que marcan el trabajo y la eficiencia”, por ende, el  partido debe preocuparse por sus integrantes y no ser meramente electoral o utilitarista. Así pues, el partido educa y capacita a sus militantes, trabajadores manuales  e intelectuales, bajo la dinámica de “el que sabe enseña y el que no sabe aprende”. Bajo esta dinámica el aprismo le debe dar un espacio al trabajo y a los trabajadores. De esta manera, el individuo --valor esencial de la sociedad-- tendrá la oportunidad de ser educado en habilidades que lo inserten en los planos politicos y economicos de la nación, creando además conciencia de sus derechos. Y así el individuo mediante la formación que el partido le brinda no solamente le provee de insumos morales sino tambien de capacidades técnicas.

Así como el partido hace mucho por sus militantes, los militantes tienen que contribuir fortaleciendo el partido en sus diferentes dimensiones. En este contexto esta calidad de militante sólo se logra cumpliendo ciertos requisitos como por ejemplo lo que el documento señalaba: ser seleccionado, ser puesto a prueba  en base a un periodo de formación y por último tener la aprobación de 2 o 3 militantes que lo avalen. A nivel organizativo  se reconocen 2 tipos de militancia: la funcional, en el que se establecían brigadas de trabajo de acuerdo a una especialidad; y la territorial, en la cual se asiste a un comité de base.  De este modo, la militancia podrá canalizar su esfuerzo y convertirla en energía eficiente y constructiva.

Además de los tipos de militancia, se hayan presentes en el discurso los 3 tipos de deberes para cada militante: el político, que se refiere a la disciplina interna; el sindical, cada militante debe pertenecer a un frente sindical o social; y el cultural, donde hay que enseñar y aprender.

 En conclusión, el partido del  pueblo tiene como única finalidad estar al servicio de los trabajadores manuales e intelectuales. Sorprende que en ningún punto de la directiva se refiera a campañas electorales como una finalidad del partido mientras que, en la actualidad, el único fin de las agrupaciones politicas, que se ponen la máscara de partidos politicos, es ganar espacios de poder para unos pocos privilegiados mediante las elecciones.

¡¡¡¡RECONSTRUYAMOS EL PARTIDO ESCUELA!!!!

*El autor es un joven militante aprista y estudiante de Derecho de la Pontificia Universidad Católica.

1 comentario:

  1. PArece que la introducción contiene un error, el 1935 Haya no estaba en el exilio como ahi se afirma..

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