El viernes 24 de mayo el Colectivo Ojo Izquierdo hizo una reunión de confraternidad con un grupo amplio de nuestros amigos. Además de la buena música y la amistad, presentamos los avances del colectivo y nuestros objetivos. El Ojo Izquierdo es una red que busca la producción intelectual, política y cultural desde el espacio indoamericano; publicamos en La Sopa Teóloga, Soroche y Resaca, Patria Andina, y Soy Aprista, coordinando actividades y publicaciones con varios colectivos y organizaciones que tienen sus propias agendas.
Publicamos la siguiente Carta Indoamericana para guiar nuestro accionar político y cultural. Esperamos que estén de acuerdo con ella y estén al tanto de nuestras actividades.
CARTA INDOAMERICANA
POR LA UNIDAD CONTINENTAL SIN AUTORITARISMOS NI VIOLENCIA
Frente a la desunión, hay una sustitución del ideal
integracionista por ambiciones de control político regional de parte de un
grupo de gobiernos en permanente reelección, que privilegian sus intereses
bilaterales en oposición al objetivo común de unión en democracia. Desde
UNASUR, con apoyo del régimen totalitario cubano, se está creando un escenario
político de promoción del autoritarismo y del populismo demagógico, que trata
de expandirse y socavar la democracia del resto de la región. Dentro de este
panorama, los gobiernos de Venezuela y Bolivia dicen representar una nueva
opción económico-social, definida como “socialismo del siglo XXI”, que en los
hechos solo representa arbitrariedad y corrupción.
El más reciente ejemplo de la actividad anti unitaria de
UNASUR ha sido el apoyo a la más
que irregular tercera reelección del caudillo
venezolano Hugo Chávez en octubre de 2012 y el consiguiente reconocimiento a la
todavía más irregular imposición de su heredero político Nicolás Maduro como
presidente el pasado mes de abril, en flagrante
trasgresión de la Constitución y las leyes del país.
Urge retomar el ideal de unión que forjaron en el
amanecer de nuestro nacimiento como repúblicas Juan Pablo Viscardo y Guzmán,
Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Faustino Sánchez Carrión y tantos
ilustres próceres; hecho realidad en el siglo XX por Víctor Raúl Haya de la
Torre, Antenor Orrego, José Vasconcelos, Augusto César Sandino, Germán
Arciniegas, Salvador Allende, Rómulo Betancourt, Getulio Vargas y otros líderes
ejemplares.
Consideramos de gran urgencia invocar nuevamente a la
unidad política, económica y social de nuestro continente, no solo desde los
gobiernos y los organismos multilaterales sino fundamentalmente desde las
iniciativas ciudadanas. Retomemos el concepto de Indoamérica, entendido no solo
como una noción territorial sino como la enorme dimensión sin fronteras de
nuestra realidad mestiza que abarca todo el continente.
Promovamos una cultura de
partidos realmente representativos de la inquietud ciudadana, basados en ideas
doctrinales claras, sin caudillismos, sin corrupción y con efectiva democracia
interna, en lucha permanente por la justicia social y la libertad, por la vigencia
irrestricta de los Derechos Humanos y por el derecho de los pueblos del mundo a
un futuro libre de opresión, sin pobreza ni depredación de los recursos
naturales, donde no exista la explotación del hombre por el hombre ni la
explotación del hombre por el Estado.
Opongámonos a toda
forma de opresión o dominación extranjera directa o indirecta. Estemos a favor
de una globalización con equidad, con expansión del mercado mundial de
capitales e internacionalización de la tecnología pero normando y orientando las
condiciones en que deben darse tales inversiones en los países de insuficiente
desarrollo económico, como es el caso de nuestro continente.
Defendamos el derecho
inalienable de los pueblos de nuestro continente a tener la forma de gobierno
que libremente decidan, ejerciendo el derecho popular a la insurgencia contra
los dictadores y los usurpadores de la soberanía nacional.
Opongámonos no solo a
las formas explícitas de dictadura de viejo cuño, sino también rechacemos toda
variante de autoritarismo revestida de dudosas apariencias electorales. Somos
partidarios del consenso y los acuerdos de amplio respaldo nacional como el
método primordial para hacer efectivas las reformas sociales.
Consideramos indispensable el
derecho a la libre organización gremial de estudiantes y trabajadores, como
parte del derecho de la juventud y de los trabajadores en general, a expresarse
libremente como ciudadanos ya sea en el sector público o privado. Defendamos el
derecho a una educación gratuita y calidad; servicios de salud e
infraestructura eficientes y a disfrutar de condiciones de trabajo dignas.
Creemos que los derechos de
las poblaciones nativas deben ser defendidos sin condenarlas al aislamiento y a
la pérdida de oportunidades de incorporarse a la modernidad.
Invitamos a todos los ciudadanos libres de Indoamérica,
especialmente a los jóvenes,a discutir en forma fraterna estos temas y empezar
a crear lazos de comunicación y mutua solidaridad desde las bases, en pro de la
integración continental en democracia.
Como ya lo estamos haciendo en el caso de Venezuela, estamos
por la realización mancomunada de amplias iniciativas ciudadanas para la
construcción de una alternativa democrática ampliamente representativa frente a
los peligros totalitarios que oscurecen el horizonte inmediato de todos los indoamericanos.
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